¿Como cultivar plantas aromaticas? Tener plantas aromáticas en macetas, en el balcón, en el jardín de la casa o donde haya un resquicio que nos lo permita siempre es algo saludable.

Cultivar en el hogar, siempre y cuando haya un poco de espacio físico, es algo que se puede hacer con total tranquilidad. Empezar con algunas plantas aromáticas es una buena idea, ya que es fácil, suelen crecer sin problemas y tus platos lo agradecerán.

 

Tener plantas aromáticas en macetas, en el balcón, en el jardín de la casa o donde haya un resquicio que nos lo permita siempre es algo saludable. No sólo se pueden emplear para la cocina, sino también utilizar sus propiedades medicinales. ¿Te gustaría empezar a cultivarlas? Pues entonces quizás te vengan bien estos trucos.

Estas son algunas de las plantas aromáticas con las que puedes empezar a cultivar sin problemas:

• Albahaca: Acaso una de las más delicadas plantas aromáticas. Sus fragancias son cautivantes, pero olvídate de ella en el invierno, ya que el frío la aniquila. Siémbrala al inicio de la primavera y verás como para el verano ya tienes una planta de albahaca maravillosa.
  
  
• Romero: Puede llegar a extenderse mucho con el tiempo, razón por la cual deberás controlar su crecimiento. O ponerla en un sitio espacioso. Generalmente, se siembra en primavera, floreciendo entre mayo y junio. Genial tanto fresco como seco en cualquier tipo de preparaciones con carnes, aves y vegetales.
  
  
• Tomillo: Necesita de luz solar, no le agrada mucho el exceso de humedad y suele resistir bastante bien el invierno. La planta no sólo es muy aromática y sabrosa para toda clase de preparaciones, sino que también es bella con ese color grisáceo que tiene.
  
  
• Menta: Es una de las plantas aromáticas que crece con mayor facilidad. Entre junio y octubre son los meses más propicios, pero también es cierto que no necesita de mayores cuidados y que, una vez que prendió, suele extenderse tranquilamente en una maceta grande. Requiere de tierra húmeda y un lugar con sombra.

Posteriormente, deberás regarlas pero sin ahogarlas; darles luz, pero que no reciban un exceso de calor que no les agrada. Incluso podrás secarlas y emplearlas como cualquier condimento, aunque alguna quedan mucho más ricas frescas.