- Tienes que regar y abonar semanalmente, y si no echas fertilizante en cada riego procura que sea en riegos alternos (en uno sí, en el siguiente no, en el siguiente sí…). Ten en cuenta que las macetas de barro se secan antes que las de plástico, así que eso influirá en la frecuencia de riego. Cuando se acerque el final del verano, ve reduciendo tanto el riego como el abono.
- Hay cactus muy delicados que no podrás poner a plena luz del sol durante todo el día, así que tendrás que moverlos de sitio o bien ponerlos en uno que reciba sombra durante varias horas al día para que no se estropee.
- Los cactus que mejor toleran el sol son los más grandes, y no es recomendable que los más jóvenes o pequeños estén muchas horas expuestos a los rayos solares.
- Aunque la primavera es la mejor época para el trasplante, también se puede hacer en verano. Para ello revisa bien las raíces por si hubiera alguna plaga que te impidiera hacerlo. Los injertos también pueden hacerse pero no los pongas a pleno sol.
- Haz un tratamiento con algún insecticida para prevenir plagas. Lo recomendable es hacer dos pulverizaciones cada 15 días, pero si la plaga o enfermedad ya ha aparecido, lo mejor es que sea cada 10-15 días, según recomiende cada producto.
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