Aunque las distintas especies de plantas carnívoras poseen diferentes necesidades de luz solar, mezcla de sustrato o humedad (que detallaremos en profundidad en cada una), todas comparten algunas de estas necesidades básicas.
La mayoría requiere agua de lluvia, agua destilada, desionizada por ósmosis inversa o acidificada hasta un pH de 6.5 con ácido sulfúrico. El agua corriente contiene minerales que se acumularían hasta matar la planta. Este es el motivo por el cual la mayoría de las plantas carnívoras ha evolucionado en sustratos ácidos y pobres en nutrientes. Por tanto son muy sensibles al aporte continuado de nutrientes en el suelo. Ya que la mayoría vegeta en pantanos, casi todas son muy intolerantes a la sequía, por lo que en verano hay que colocar la maceta sobre un platillo con agua. Sin embargo, hay excepciones, como las tuberosas drosera que requieren un periodo seco en verano, y Drosophyllum que requiere condiciones mucho más secas que la mayoría.
Las plantas carnívoras cultivadas en el exterior normalmente obtienen insectos más que suficientes para alimentarse adecuadamente, aunque en ocasiones se les deben suministrar manualmente para suplementar la dieta. Sin embargo, estas plantas son incapaces de digerir otro tipo de alimentos que no sean insectos, como trozos de carne, por ejemplo, ya que estos se pudrirían en el interior de la trampa causando la muerte de toda la planta. Es raro que una planta carnívora muera aunque no atrape ningún insecto, lo que puede afectar es a su crecimiento. En general, lo mejor es dejar que estas plantas utilicen sus propios recursos. Dentro de las causas más comunes de muerte para una Dionaea Muscipula, son: riego con agua del grifo o canilla, intentar forzar su trampa para alimentarla.
Quitando algunas especies en particular, Nepenthes y Pinguicula, que vegetan bien a la sombra, la mayoría requiere luz brillante o pleno sol, para estimularles a sintetizar los pigmentos rojo y púrpura de la antocianina.
La mayoría vive en los pantanos y las demás, generalmente, en regiones tropicales, por lo que requieren un alto grado de humedad. Estas condiciones se pueden imitar en el cultivo doméstico o a pequeña escala colocando las plantas dentro de un recipiente mayor con el fondo cubierto de agua para mantener así la humedad. Las especies pequeñas de Nepenthes vegetan bien en un terrario.
Muchas especies de plantas carnívoras son originarias de regiones frías, por lo que pueden cultivarse en un jardín húmedo durante todo el año. La mayoría de las especies de Sarracenia toleran temperaturas por debajo de 0º, a pesar de que casi todas son oriundas de la zona suroriental de Estados Unidos. Las especies de Drosera y Pinguicula también toleran estas temperaturas. Sin embargo, el género Nepenthes, que es tropical, requiere entre 20 a 30 °C para prosperar.
El sustrato más adecuado para las carnívoras es una mezcla 3:1 de turba de Sphagnum con arena ácida del tipo usado para horticultura. Nepenthes crece bien en un compuesto para orquídeas o simplemente en musgo de Sphagnum.
A pesar de que parezca un poco ironico, estas plantas son propensas a sufrir infestaciones parasitarias de ácaros o insectos diminutos. Los ataques menores se pueden eliminar a mano, sin embargo las infestaciones masivas requieren un insecticida. El alcohol isopropílico es efectivo como insecticida tropical, particularmente para cocoideos. El Diazinón es un excelente insecticida sistémico tolerado por la mayoría de las carnívoras, así como el Malathion y el Acephate.
Pero aunque las plagas de insectos puedan ser un problema, el mayor asesino de carnívoras (además del maltrato humano) es el moho gris (Botrytis cinerea). Éste medra en condiciones cálidas y húmedas, convirtiéndose en una seria amenaza en invierno. En cierta medida, se puede proteger a las plantas carnívoras de regiones frías, manteniéndolas frescas y bien ventiladas y asegurándose de retirar las hojas muertas con regularidad. Si aun así el hongo ataca, será necesario un fungicida.
A continuación podrán encontrar los cuidados propios de cada una de las especies de plantas carnívoras:
La mayoría requiere agua de lluvia, agua destilada, desionizada por ósmosis inversa o acidificada hasta un pH de 6.5 con ácido sulfúrico. El agua corriente contiene minerales que se acumularían hasta matar la planta. Este es el motivo por el cual la mayoría de las plantas carnívoras ha evolucionado en sustratos ácidos y pobres en nutrientes. Por tanto son muy sensibles al aporte continuado de nutrientes en el suelo. Ya que la mayoría vegeta en pantanos, casi todas son muy intolerantes a la sequía, por lo que en verano hay que colocar la maceta sobre un platillo con agua. Sin embargo, hay excepciones, como las tuberosas drosera que requieren un periodo seco en verano, y Drosophyllum que requiere condiciones mucho más secas que la mayoría.
Las plantas carnívoras cultivadas en el exterior normalmente obtienen insectos más que suficientes para alimentarse adecuadamente, aunque en ocasiones se les deben suministrar manualmente para suplementar la dieta. Sin embargo, estas plantas son incapaces de digerir otro tipo de alimentos que no sean insectos, como trozos de carne, por ejemplo, ya que estos se pudrirían en el interior de la trampa causando la muerte de toda la planta. Es raro que una planta carnívora muera aunque no atrape ningún insecto, lo que puede afectar es a su crecimiento. En general, lo mejor es dejar que estas plantas utilicen sus propios recursos. Dentro de las causas más comunes de muerte para una Dionaea Muscipula, son: riego con agua del grifo o canilla, intentar forzar su trampa para alimentarla.
Quitando algunas especies en particular, Nepenthes y Pinguicula, que vegetan bien a la sombra, la mayoría requiere luz brillante o pleno sol, para estimularles a sintetizar los pigmentos rojo y púrpura de la antocianina.
La mayoría vive en los pantanos y las demás, generalmente, en regiones tropicales, por lo que requieren un alto grado de humedad. Estas condiciones se pueden imitar en el cultivo doméstico o a pequeña escala colocando las plantas dentro de un recipiente mayor con el fondo cubierto de agua para mantener así la humedad. Las especies pequeñas de Nepenthes vegetan bien en un terrario.
Muchas especies de plantas carnívoras son originarias de regiones frías, por lo que pueden cultivarse en un jardín húmedo durante todo el año. La mayoría de las especies de Sarracenia toleran temperaturas por debajo de 0º, a pesar de que casi todas son oriundas de la zona suroriental de Estados Unidos. Las especies de Drosera y Pinguicula también toleran estas temperaturas. Sin embargo, el género Nepenthes, que es tropical, requiere entre 20 a 30 °C para prosperar.
El sustrato más adecuado para las carnívoras es una mezcla 3:1 de turba de Sphagnum con arena ácida del tipo usado para horticultura. Nepenthes crece bien en un compuesto para orquídeas o simplemente en musgo de Sphagnum.
A pesar de que parezca un poco ironico, estas plantas son propensas a sufrir infestaciones parasitarias de ácaros o insectos diminutos. Los ataques menores se pueden eliminar a mano, sin embargo las infestaciones masivas requieren un insecticida. El alcohol isopropílico es efectivo como insecticida tropical, particularmente para cocoideos. El Diazinón es un excelente insecticida sistémico tolerado por la mayoría de las carnívoras, así como el Malathion y el Acephate.
Pero aunque las plagas de insectos puedan ser un problema, el mayor asesino de carnívoras (además del maltrato humano) es el moho gris (Botrytis cinerea). Éste medra en condiciones cálidas y húmedas, convirtiéndose en una seria amenaza en invierno. En cierta medida, se puede proteger a las plantas carnívoras de regiones frías, manteniéndolas frescas y bien ventiladas y asegurándose de retirar las hojas muertas con regularidad. Si aun así el hongo ataca, será necesario un fungicida.
A continuación podrán encontrar los cuidados propios de cada una de las especies de plantas carnívoras:
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