Si no tenías suficiente con llevar una planta de anillo o exhibir un collar verde con vida en su interior, ahora tienes las chanclas definitivas:
Vale, somos un poco tramposos porque, siendo honestos, el césped que hay en las sandalias no es de verdad. Es decir, lo que vas a pisar es césped artificial, pero está tan bien hecho que no lo parece.
Ya sabes lo agradable que resulta caminar sobre la mullida hierba, la sensación de placidez que nos invade cuando nuestras plantas de los pies pisan sobre el césped… Ahora puedes recrearte en el gusto porque estas chanclas pueden ser tuyas con todas las ventajas que conllevan: son muy cómodas, son muy originales, tus pies estarán frescos y, a cambio, no tendrás que regar o cortar el césped. ¡Puedes llevártelas a donde quieras!
Se consiguen en tres tallas (pequeña, mediana y grande), aunque la forma y el material hacen que se adapten a cada pie proporcionando una experiencia única y muy placentera.
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